domingo, 28 de febrero de 2010

Al parecer tengo un fan monomensaje

Ha dejado un comentario en varias de mis entradas:

Pedro Garcia Millan dijo...


ESTAFA AUTOMOTRIZ MEXICO!


PELIGROSO!

23 de diciembre de 2009 19:54

Imagino que cuando dice peligroso se refiere a esa estafa automotriz a que hace referencia y no a que un cliente tenga una descomposición de caballo, el búlgaro sea un manazas con el ordenador, que en un autobús en lugar de GPS esté una pegatina descomunal de la Virgen de Covadonga o que un polaco pretendiera cargar un microbús en su trailer sin rampa ni nada.

Aunque no se yo..... no se, no se...............

lunes, 22 de febrero de 2010

Tipos de Cliente: "El Telefoneador en Serie"

Género: Cliente
Subgénero: Autobuses Usados
Variedad: Telefoneador en serie


Es un adicto que te telefonea, a ti y a toda la guía telefónica, incluso a la de países vecinos. Te telefonea para todo, incluso por equivocación. Te telefonea cualquier día y a cualquier hora. No respira, su fuente de alimentación son las ondas sonoras. Utiliza el teléfono para todo. Absolutamente todo. Si no le atiendes es perfectamente capaz de hacerte 40 llamadas perdidas hasta que estampas el teléfono contra la pared, lo apagas o te das de baja de la línea en defensa propia.

Estudios recientes indican que esta especie es endémica de Azerbayán, aunque al parecer hay variedades por otras latitudes

viernes, 19 de febrero de 2010

De sexo femenino

Hará cosa de una semana nos pidieron que guardáramos en nuestras instalaciones un autocar Pegaso del año cincuentaytantos en un increíble buen estado. El dueño (que cuenta con toda mi envidia) tiene intención de restaurarlo, pero hasta que el carrocero pueda hacerse cargo de el, lo tenemos aquí.

Evidentemente lo inspeccioné, me moría de cuiriosidad.

Y he llegado a la conclusión de que se trata de un autobús de sexo femenino: ¡Tiene tetas!

He aquí las pruebas:





Pero.... por si acaso cabía alguna duda.... va equipado con una plancha:







Tengo el blog abandonado.... cosas de la crisis

Con esta crisis generalizada que padecemos, la actividad ha bajado considerablemente. En consecuencia tengo menos historias que contar. Aunque -como de costumbre- alguna hay. Por fortuna la puñetera crisis no se ha llevado el sentido del humor con ella.

Los clientes siguen haciendo "clientadas" ... y nosotros también tenemos nuestras tonterías.