Cuando el diablo nada tiene que hacer... con el rabo mata moscas

Estos días de poco trabajo, aparte de intentar atraer clientes, contestar preguntas sorprendentes, hacer frente a algún que otro imprevisto, etc. para matar los ratistos muertos, me estoy dedicando a sacar fotos de lo que me rodea (¡benditas cámaras digitales!). Como podreis suponer una campa de autobuses puede llegar a ser un mundo muy limitado, pero incluso aquí es posible encontrar algo de poesía.

Y ahora me pongo a currar antes de que me de un ataque de cursilería imperdonable